La ultima vez que fui a mis pagos
Llegar al pueblo siempre es una verdadera felicidad. Nada la opaca, nada la turba. La casa esta hermosa, como la carpa de unos beduinos. Un sueño haciendose ralidad, la luna detrás de un cipres, la constelacion de
Dispuestos a obnubilarnos del todo como sacerdotizas de un culto privado. Buscando pistas misticas en el camino, en un picaflor, en el nombre muy pronunciado de un frances: Olivier.
Según ella “si es amor, es amor” yo creo que hay mayores matices y contingencias. “not always” respondo y no me oye por la musica, de todos modos no sabe inglés.
Que seria de mi si no creyera en la locura.
En un lugar como ese podemos plantas un olmo y pedirle peras. Podemos lograr lo imposible… si nos llevaramos bien.
En el telefono una voz fresca y con la unica intencion de saber como soy: “¿Cómo estas vestida?” Hace mucho que nadie me preguntaba algo asi: “¿Zapatos? ¿Reloj?” No a ambos.
Fue escrito en marzo... ya hace tanto tiempo que no voy que estoy extrañando... y recien ahora me animo a releer lo escrito entonces. ojala les guste.
Comentarios
Te dejé un regalito en mi lugar.
ME LATE EL MENDIGO PIKAFLOR!
donde queda tu paraiso?
"hay dos tipos de viajeros en la vida, aquellos que parten y aquellos que retornan, los primeros miran el mapa, los segundos miran al espejo…".
Un saludo
Saludos,
http://www.elicomparte.blogspot.com
Beso.
Un evocador post