Poema del Esperpento

“Ahí anda el viejo Valle, recorre el mundo su palabra rebelde,
Ahí esta en cada pipa que enciende: inspiración fluyente.
Que manco que se ha puesto, de excesos, vida holgada.
Todavía se huele a veces el tufillo de la barba.

Ahí viene el gran maestro, ya distingo su alta talla,
Que arruga ascendente en sus mejillas, sonrisa tallada.
La capa de hidalguillo, la nariz desorientada.

Yo soy tu creación, un esperpento que se arrastra.
Siempre dependiente de la cristiana y despótica casa.
Yo soy de esos personajes, que tu comedia desnudaba,
Al verme lloran y ríen, escupen y se escapan.

Mi espalda esta tan curva que provoca carcajadas,
Mi pelo muy opaco y la cara pálida mascara.
Vuelva don Ramón y dedíqueme alguna farsa,
Vuelva porque es en mi que reencarnan sus fantasmas.”



Dedicado al maestro de maestros Don Ramon del Valle Inclán, un escritor español.