La amistad ¿entre quien y quien existe?
En mis escasos 29 años me he cansado de escuchar ésta frase echa: “la amistad entre el hombre y la mujer no existe”. Estoy en total desacuerdo porque incluso si se enredaran dos amigos carnalmente de todos modos su amistad podría seguir siendo amistad. Además las parejas realmente sabias son amigos además de amantes.
Una contingencia me llevó a reformular la frase y ésta vez si me adhiero a ella: “La amistad entre la mujer y otra mujer no existe” o finge existir pero es completamente hipócrita. Y entre cientos de casos que avalan mi hipótesis yo voy a elegir la siguiente anécdota en la que fui, afortunadamente, observadora pasiva:
Volvía de mi pueblo con los ojos enrojecidos de despedirlo, en el catamarán ya observé a un grupo de “amigas” cuyo parloteo incesante a veces interrumpía mi lectura. En las dos horas y media que dura el viaje jamás tuvieron un momento de silencio, cosa que habla muy bien de la supuesta amistad entre ellas.
Una vez en tierra firme todavía queda un trecho de viaje hacia la capital y la empresa nos traslada en unos ómnibus especiales. No se si fui yo que me senté justo delante de ellas o fueron ellas las que, sin saber de mi existencia, se ubicaron detrás de mi. El caso es que mientras yo intentaba concentrarme en un maravilloso libro de Vonnegut, ellas estaban muy excitadas planeando su próximo viaje a Disney y luego cuando, ya en la avenida, el conductor apagó dictatorialmente las luces tuve que entretenerme indiscretamente con la charla de ellas ya que no tengo mas edad para leer con las luces que entran por la ventana.
El caso es que una de ellas quería ir al baño y preguntó al chofer, éste tenía clausurado el baño por motivos seguramente de comodidad propia. La pobre muchacha se paso todo el viaje de 45 minutos sufriendo y lamentándose pues su necesidad de excretar era urgente, daba realmente lastima y a ninguna de sus queridas compañeras le importaba la situación. La urgencia llegó a un limite cuando no pudo mas y realmente no se bien que hizo pero tuvo que evacuar. Y ahí fue cuando las amigas demostraron que clase de amistad practican la mayoría de las mujeres: en lugar de darle ánimos y confianza porque realmente estaba en una situación difícil empezaron “¿que hace?” “¿esta loca? ¡” ¡Que asco!” y así unas cuantas hasta que llegamos y también, prefirieron dejarla pasar y ni siquiera avanzaron detrás de ella de la vergüenza que sentían por su amiga. Yo pase detrás y no estaba manchada, solamente había un olorcito suave a caca de persona que se alimenta equilibradamente y ella transportaba en sus manos una sospechosa bolsa.
¿Qué clase de amigo te reprocha haber sucumbido a una necesidad natural tan humana? Chicas, ¿no será hora de empezar a juzgar menos y ponernos más en el lugar del otro?
Evaluenlo.
Comentarios
Gracias por haber visitado mi blog.
Me alegra conocer otras lectoras.
Saludos,
La lectora
Y una muestra cabal de que lo que mata (aparte de la humedda, obvio), es la timidez.
Habiéndome visto en una situación similar en una ocasión -me apremiaba orinar y restaban unos 40 minutos de viaje-, le planté cara al chofér y sucintamente le expliqué que si no paraba en una estación de servicio, nuestro siguiente tópico de conversación versaría acerca de a quien le correspondería secar el pasillo de su vehículo.
Paró en una estación de servicio, y me sorprendí de verme acompañado al baño por no menos de una decena de pasajeros -que según parece, venían padeciendo silenciosamente su incontinencia-.
Y esta pequeña semblanza me lleva a sostenerme en la posición de defender a esas supuestas amigas desleales.
Porque convengamos que poca amistad inspira alguien que prefiere retorcerse y contorsionarse para terminar defecando en una bolsa a tu lado, , antes que cantarle las cuarentas -no te digo ya al Papa- sino a un mero chofér.
Esa persona que literalmente se caga encima antes de defender mínimamente sus derechos, ciertamente te va cagar cuando se ve en el brete de tener que defenderte a vos.
Conclusión: la mentada cagona tiene bien merecida su condena al ostracismo.
Saludotes cuña!.
Ademas son egoístas, porque te hacen perder el tiempo al ofenderse por toda una tarde,contra vos o tu otra amiga.
En esos casos me hacen preferir a los hombres, (que si bien se transforman en "amigas" cuando te casas con ellos) de amigos son copados y mas desinteresados en situaciones de discusión, egoísmo, celos y perdidas de tiempo.
te mando un beso enorme. Isabel.
p.d. sere una especie en extincion ,mis amigas son unicas e irrepetibles, me dan todo lo que puedo esperar de una amistad y mas.