Mi abuela favorita
Sara en la cama con la mente apagada, sus ultimos cuatro años la tuvieron asi.
Habia sido una mujer llena de vida, de diversiones e ideas histriónicas. En sus fotos de adolescencia rodeada de primas, es la mas original, es la que está parada arriba de un banquito y hace algún gesto especial. Ademas de ser la mas guapa. Es la que cuando todos brindan, no brinda porque le parecía vulgar.
Era la mujer que me llevaba al teatro, al cine, al Ital park (y yo me perdí y lloré). Era la mujer del tapado de Ocelote que es una piel como de leopardo. Era la abuela de toda una multitud de personas que están ahora llenos de talento y reproduciéndose en seres aun más talentosos.
Sara en París protegiéndose de la lluvia con un paraguas que como tardaron en atenderla se llevó impulsivamente. Sara confesandole al sacerdote ese robo y éste recomendandole un psicólogo. Podríamos escribir un libro si nos juntáramos a enumerar sus anécdotas entre nietos e hijos.
Sara me enseño a comer con modales, a ser un poco irónica, a ser bastante egoísta. O quizas todo eso ya venia con la herencia. No aproveché mucho a mi abuela porque yo era adolescente y me hacia enojar, era muy entrometida. Pero ahora que la entiendo y que me muero por saber su opinión de mil cosas que veo y que pasan... bueno ya hace años que no está.
Primero se volvio tan vieja que de a poco fue dismuniyendo su conciencia de la realidad hasta concluir en un cerebro de bebé. Un nieto se acercó a saludarla y ella espantada le comentó "Sabes quien ha muerto?" "¿Quien Meme?" (los nietos le deciamos asi) "Murio el adorado de Proust". (Proust murio en 1922, ella era contemporanea, quizas lo conoció... nosotros no tuvimos el honor)
Sara en la cama observa absorta sin comprender la pantalla. Entra una enfermera y le grita porque cree que viejo es sinonimo de sordo. Como si también estuviera senil le pregunta algo absurdo que Sara contesta a su vez con alguna pavada... los maravillosos remolinos y ciclos de la vida...
Comentarios
Es bueno que las recordemos y las admiremos