Me pongo nerviosa

Los hombres que son esclavos de sus ambiciones ven como obstáculo la idea de comprender, para ellos no importan las razones de otro, importa lo que hizo y esta es razón suficiente para aplastarlo como a una hormiga. No necesitan comprenderse a si mismos pues cada uno de sus actos esta enfocado a un fin egoísta y para ellos si es así, es correcto y ético. Si logran el fin pronto buscaran otro y si no lo logran van a ser frustrados y resentidos, otro problema para el mundo. Estos individuos, los arquetipos de la incomprensión, son mayoría en nuestra sociedad. Suelen estar en el poder, por lo tanto son políticos, jefes de empresas, directores de instituciones educativas. Es casi innecesario recordar que en manos de esa gente se halla nuestro futuro, la educación nuestra y de nuestros hijos, de gente que jamás se tomará el trabajo de comprender la naturaleza humana y en el caso de que uno comprenda va a tener que hacer la vista gorda pues esta claro que no conviene actuar en consecuencia.
Estas personas no solo deciden las leyes, los feriados y a cual país nos permitirán viajar sino que se meten en las casas y en los hijos puesto que también son dueños de la doctrina que se enseña en la pantalla. Por medio de este supuesto electrodoméstico ellos tienen la libertad total para controlar desde la infancia y condicionar por entero a estas vulnerables mentes. Mi pregunta es, si esta persona no me comprende y no quiere hacerlo: ¿Porque tiene que educar a mi hijo y decirle que es bueno y que malo, que es normal y que caos? Porque tengo que permitir que le venda productos inútiles, ideologías contrarias al amor. Que le enseñe violencia, ambición de poder. ¿Porque? Porque la injusticia es la base de nuestra civilización.